¿Qué es un “símil” o “comparación”? Definición y ejemplos de esta figura retórica
Conceptos básicos sobre el “símil”:
- El símil es la “Producción de una idea viva y eficaz de una cosa, relacionándola con otra también expresa, como en el oro de tus cabellos por tus cabellos rubios”.
- Ejemplo de símil:
- Ejemplo de símil en literatura:
Nos vamos al estreno rápidos como el rayo.
Así es mi vida,
piedra,
como tú.
(“Así es mi vida”: León Felipe)
Índice de contenidos:
¿Qué es un “símil”? Definición de “símil”
Desde el punto de vista psicológico, es posible que la comparación o el símil, al menos con otras personas, no sean actitudes o comportamientos que nos hagan sentir especialmente bien. Teniendo en cuenta el impacto que, por ejemplo, las redes sociales tienen sobre nosotros, no es buena idea incluir demasiados símiles en nuestra vida si queremos preservar una buena salud mental. Pero, en la literatura, ¡podemos embellecer y enriquecer nuestros textos con todos los símiles que queramos!
En este artículo analizaremos qué es el símil, veremos ejemplos de símiles en frases que podemos usar en nuestro día a día y, además, analizaremos ejemplos de símiles en poemas conocidos y que conforman una parte importante de nuestra literatura en castellano.
Esta es la definición de símil que podemos encontrar en la RAE, la Real Academia Española:
1) “Adjetivo que se puede utilizar con el significado de semejante (que semeja)”
2) “Comparación, semejanza entre dos cosas”
3) “Producción de una idea viva y eficaz de una cosa relacionándola con otra también expresa, como en el oro de tus cabellos por tus cabellos rubios”
Es decir, en otras palabras, el símil es una comparación entre dos elementos que comparten alguna característica común o que se parecen en cierta medida. Con esta comparación se trasladan características de un elemento de la comparación a otro.
Diferencia entre “símil” y “comparación”
El símil o comparación son, en realidad, la misma figura retórica. Cuando utilices una comparación o símil en un texto necesitarás siempre dos elementos indispensables. Por un lado, es indispensable contar con un elemento real, que es el elemento en cuestión que estamos comparando, y, por otro lado, hace falta un elemento figurado o imaginario, que es el elemento con el que comparamos al elemento real.
Tanto si prefieres llamarlo símil como comparación, podrás identificar fácilmente esta figura retórica, ya que incluye siempre un elemento o nexo comparativo. Estos nexos comparativos suelen ser algunas de estas palabras:
- Así
- Así como
- Como
- Cual
- De esta forma
- De esta manera
- Igual que
- Lo mismo que
- Más que
- Mejor que
- Menos que
- Parecido a
- Peor que
- Semejante a
- Tal como
- Tan
- Tanto que
Diferencia entre “símil” y “metáfora”
Como hemos visto, el símil es una figura retórica, como lo son también la metáfora, la personificación, la ironía o la hipérbole.
Para entender la relación que existe entre el símil y la metáfora, debemos primero analizar la definición de metáfora. Una metáfora es “un recurso de la lengua mediante el cual hacemos referencia a un elemento o palabra sin llegar a nombrarlo de manera clara y directa. Al emplear esta figura retórica estamos llevando a cabo una especie de relación de semejanza entre dos elementos que resulta especialmente útil cuando, por algún motivo, no queremos nombrar con claridad dicho objeto”.
Con esta definición, ya podemos entrever que existe cierta relación o similitud entre ambas figuras retóricas, ya que ambas necesitan de dos elementos básicos para su formación y ambas describen una relación de semejanza entre estos elementos. ¿Cuál es, entonces, la diferencia entre la metáfora y el símil o comparación?
La diferencia principal entre la metáfora y el símil es que para formar un símil o comparación necesitamos de algunos de los nexos comparativos que antes hemos analizado. En cambio, podemos crear una metáfora sin necesidad de un nexo comparativo explícito.
Podría decirse también que el símil es una metáfora que identificamos sin ningún problema, gracias a estos elementos o nexos comparativos.
Veamos algunos ejemplos de metáforas y cómo podemos fácilmente convertirlos en un símil o comparación:
Ellas, dos gotas de agua.
Ellas son como dos gotas de agua.
María está en la flor de la vida.
María parece tan joven como si estuviera en la flor de la vida.
Mi casa, un refugio para mis ideas.
Mi casa es parecida a un refugio para mis ideas.
Ejemplos de símil de uso diario
Sin darnos cuenta empleamos casi a diario símiles o comparaciones en nuestro discurso.
Algunos pueden resultar más elaborados, pero hay también símiles sencillos que, simplemente, ponen en relación dos elementos, uno real y otro imaginario, mediante una sencilla comparación para que la descripción del elemento real sea más clara o para que el mensaje que queramos transmitir sea más fácil de entender.
Estos son algunos ejemplos de un símil o de una comparación dentro de una oración:
Se fueron rápidos como el rayo.
El símil es cual un muro.
Flores deslumbrantes como ponentes rojos.
Luces como rápidas estrellas pensativas.
Va a ir todo suave como la seda.
Ejemplos de símil en la literatura
Estos son algunos ejemplos de la figura retórica símil que forman parte de algunos de los poemas más importantes de la literatura en castellano.
Así es mi vida,
piedra,
cómo tú. Como tú,
piedra pequeña:
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras
(“Así es mi vida”: León Felipe)
Como la higuera joven
de los barrancos eras.
Y cuando yo pasaba
sonabas en la sierra.
Como la higuera joven,
resplandeciente y ciega.
Como la higuera eres.
Como la higuera vieja.
Y paso, y me saludan
silencio y hojas secas.
Como la higuera eres
que el rayo envejeciera.
(“Como la higuera joven”: Miguel Hernández)
La casa como barco
en alta mar de junio.
Las calles como trenes
de noche sosegada.
(“Disciplina secreta”: Luis García Montero)
Nadie sabrá las veces, las mil veces,
después de la tristeza o de la humillación,
que envidié la sonrisa de los cínicos,
esa distancia fría de sus labios
ante la realidad. Son como estatuas
sobre el declive amargo del otoño,
(“Fe de vida”: Luis García Montero)
Como leve sonido:
hoja que roza un vidrio,
agua que acaricia unas guijas,
lluvia que besa una frente juvenil;
Como rápida caricia:
pie desnudo sobre el camino,
dedos que ensayan el primer amor,
sábanas tibias sobre el cuerpo solitario;
Como fugaz deseo:
seda brillante en la luz,
(“Como leve sonido”: Luis Cernuda)
¡Impenetrable es tu frente, cual un muro!
Tan cerca de los ojos, ¿cómo retiene preso
tu pensamiento?, ¿cómo su recinto es oscuro
bajo el cabello de oro, sobre el radiante beso?
(“Impenetrable”: Juan Ramón Jiménez)
Una soledad tan pura
como el caer de la nieve;
un blancor divino, unánime,
un silencio permanente…
(“Isla”: Juan Ramón Jiménez)
... ¡El limonar florido,
el cipresal del huerto,
el prado verde, el sol, el agua, el iris!
¡el agua en tus cabellos!…
Y todo en la memoria se perdía
como una pompa de jabón al viento.
(“Sueño”: Antonio Machado)
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Resumamos:
- Un símil es una figura retórica que empleamos cuando queremos comparar dos elementos que se parecen o que tienen alguna cualidad o característica en común.
- Los símiles se construyen con un elemento real que queremos comparar y un elemento imaginario o figurado con el que lo comparamos.
- Símil y comparación son la misma figura retórica y cumplen la misma función.
- El símil es una metáfora que, a diferencia de esta, sí incluye elementos o nexos comparativos como: tal, como, así como, tanto que, cual, semejante a, etc.