Las albóndigas de mi padre son las más ricas del mundo.
Las almóndigas del restaurante no eran de carne.
Analizamos la polémica sobre las famosas “almóndigas” o “albóndigas”
Las decisiones de la RAE, la Real Academia Española, sobre la inclusión de ciertos términos en su diccionario suelen ser objeto de polémica. Cada año, la RAE suele añadir al diccionario palabras y expresiones que usamos a diario de manera escrita u oral, pero que incluyen algún tipo de error ortográfico o gramatical.
La RAE no las acepta como correctas; no obstante, se añaden a su diccionario oficial debido a su popularidad. La RAE aclara en su definición que son “usadas como vulgar (U. c. vulg.)” y desaconseja su empleo en la lengua actual.
Son muchas las palabras que forman parte de este listado de palabras “raras” o “incorrectas”. Los ejemplos más populares que nos vienen a la cabeza son almóndiga, cocreta o albericoque.
La controversia sobre el uso inapropiado o inadecuado de estas palabras y sobre si deberían formar parte del diccionario de la RAE, donde se recogen todas las palabras aceptadas por esta institución, viene de hace mucho tiempo. Se trata de un tema que suele aparecer en Twitter y otros medios de internet periódicamente o cada vez que una nueva palabra es aceptada por la RAE, lo que enfurece a los defensores del español más estandarizado, normativo y menos flexible.
Sin embargo, según la propia RAE, la forma almóndiga, que aparece en el diccionario desde 1726, es una variante antigua de albóndiga y, además, se considera vulgar. Esto implica que, aunque se incluya en el diccionario, se desaconseja su utilización en la lengua actual.
¿De dónde viene la palabra “almóndiga” que encontramos en la RAE?
Empecemos por la definición de albóndiga:
- “Cada una de las bolas que se hacen de carne o pescado picado menudamente y trabado con ralladuras de pan, huevos batidos y especias, y que se comen guisadas o fritas.”
Albóndigas, viene del árabe hispano o andalusí, “albúnduqa”, este del árabe clásico, “bunduqah”, y este del griego “κάρυον ποντικόν” (o “káryon pontikón”, que significa “nuez póntica” por similitud en su forma).
Lo importante de la etimología de la palabra y lo que marca su definición es la forma de bola que tienen las albóndigas. “Búnduqa” en árabe significa “bola o bolita” que, junto a la partícula “al-”, también préstamo del árabe y que representa el artículo determinado en este idioma, dan lugar a la palabra albóndiga.
En otras lenguas de la Península Ibérica se mantiene, sin embargo, la pronunciación y escritura más próxima al polémico término almóndiga. El término en portugués es “almôndega”, mientras que en catalán es “mandonguilles”.
Desde los tiempos en los que se empleaba el latín, se ha producido un intercambio del sonido “be” o “uve” por “eme”. Por eso, no resulta tan extraño que una palabra como albóndiga acabara pronunciándose almóndiga e incluso se añadiera con esta ortografía al Diccionario de Autoridades (1726-1739).
Pero, entonces, ¿puedo usar “almóndigas” en lugar de “albóndigas”?
Si necesitas encontrar en Google la receta para hacer albóndigas, te aconsejamos que busques “cómo hacer albóndigas” o “cuál es la receta de las albóndigas”. Si escribes “cuál es la receta de las almóndigas”, Google te corregirá y te redirigirá a una página en la que los resultados que encuentres serán sobre recetas de albóndigas.
¿Cómo puedo preparar unas albóndigas?
¿Cómo se escribe la palabra albóndiga?
¿Te gustan las almóndigas en salsa?
¿Cuál es la receta de las almóndigas?
Algo así sucede con el uso oficial y la aceptación popular de la palabra almóndiga Puede que la escuches en conversaciones con amigos o familiares, pero, en teoría, no deberías escucharla en ningún programa de radio serio, ni en las noticias de ningún canal de televisión, ni en ninguna película o serie. Por escrito, puede que la leas en conversaciones de WhatsApp con tus amigos, en un SMS de algún familiar o en algún correo electrónico informal que te envíes con una persona cercana o fuera de un contexto de trabajo o de formación.
El motivo de este empleo contradictorio es que es una palabra de uso muy popular. En situaciones de oralidad, su utilización es mucho más frecuente y, por lo tanto, queda casi aceptada. Sin embargo, esto no significa que su uso sea correcto, como bien indica la RAE.
¿Cómo se escribe, entonces, la palabra albóndiga? En la entrada almóndiga del diccionario de la RAE, podemos ver su clasificación como “f. desus”, es decir, nombre femenino desusado, y como “U. c. vulg.”, es decir, usado como vulgar. La RAE te sugiere, entonces, que consultes la entrada albóndiga.
Dado que la RAE no recomienda su empleo, te sugerimos que, aunque aparezca en una entrada de su diccionario, no la utilices de manera oral ni, sobre todo, escrita y siempre te decantes por utilizar la forma correcta albóndiga o albóndigas.
LanguageTool es un asistente de escritura que sabe detectar en tus textos las palabras que forman parte del lenguaje vulgar para que seas consciente del uso real y adecuado de esas palabras. Además, mientras escribes, te proporcionará un término alternativo y correcto para que puedas mejorar tu redacción o adaptarla al estilo que deseas.
No solo te recomendamos que utilices LanguageTool: también te aconsejamos que, ya seas de almóndigas o albóndigas, te sumerjas en el apasionante mundo de estas bolitas en salsa que, tanto en su versión original con carne como en su versión vegetariana, están riquísimas. Lograrán que cualquiera que las pruebe se olvide de si la RAE las llama almóndigas o albóndigas. ¡Buen provecho!